La muerte del Sr. Lazarescu

La muerte del Sr. Lazarescu
Ioan Fiscuteanu, Luminita Gheorghiu, Mimi Branescu, Dana Dogaru, Florin Zamfirescu, Mihai Bratila, Monica Dean, Bogdan Dumitrache
Dante Remus Lãzãrescu, tiene 63 años, aunque aparenta más de setenta, vive en un viejo apartamento con sus tres gatos, es viudo desde hace algunos años y su única hija migró a Canadá. Tiene una hermana con la cual solo habla por teléfono y a quien ayuda con su pobre pensión.
Un sábado por la noche empieza a encontrase mal, pero tras la llegada de la ambulancia su estado irá empeorando. A partir de ese momento comienza el trasiego de este quién será atendido en cuatro hospitales y atendido por ocho médicos en un lapso de siete horas.
Evidentemente, esto sucede en Rumanía, un país que aunque miembro de la Unión Europea, está sumido todavía en la desidia moral, la corrupción y aquejado de una fuerte emigración tras salir de la dictadura. Es en este contexto que hay que ver esta comedia negra cuyo fondo es una dura crítica social y en especial del sistema sanitario.
Morir en solitario
La travesía del Sr. Lazarescu se irá apagando frente a la indiferencia y la burocracia, y mientras viaja en camilla y de prueba en prueba asistimos al proceso de morir.
Sin duda, la intención de esta película es hacer vivir el espectador en carne propia la sensación de abandono, de descuido y de negligencia que sufre el sr. Lazarescu. A su vez es una crítica ante la falta de humanidad a la que es sometida mientras lentamente avanza hacia la muerte.
Claramente, el film muestra que el morir le compete sólo a uno y en soledad. Lazarescu no volverá a ver a sus compañeros felinos Kitty, Missy y Mirandolina e irá perdiendo su vitalidad.
La soledad y el abandono son los protagonistas de este film en los que Lazarescu va acompañado de la enfermera Mioara que estará a su lado en todo momento. Es una película larga, y sin embargo. se sustenta y mantiene el interés.
Aunque sea en Rumanía, uno puede recordar casos parecidos en nuestro país. Las esperas interminables hasta las pruebas que no concluyen nada y te mantienen en el limbo hospitalario ya no es patrimonio de los países en desarrollo.
La realidad frente a la ficción
El filme está narrado de tal manera que hace que te sientas partícipe del mismo. Es una cinta no apta para las personas altamente sensibles.
Su visionado nos sacude y nos pone frente a la impotencia de percibir que habitamos una sociedad mezquina que sólo atiende a protocolos y no valora a sus semejantes.
Recomendamos la lectura de un artículo titulado La muerte del Sr. Lazarescu / Moartea domnului Lazarescu (2005): efectos de la recesión económica en el sistema sanitario de María Teresa Icart Isern y María Carmen Icart Isern, publicado en la Revista de Médicina y Cine, 2016 en el cual analizan con detalle los datos médicos que se barajan en el film sobre el paciente.
Las autoras de este artículo concluyen que la película La muerte del Sr Lazarescu puede ser muy util para la formacion de los futuros profesionales de la medicina y la enfermería.
Defienden que permite analizar ciertos paralelismos entre la atencion que recibe Lazarescu y la que pueden demandar algunos pacientes que acuden a servicios de Urgencias, en un sistema sanitario herido por la recesion económica.
Curiosidades
La película fue rodada casi en su integridad con la técnica de la cámara al hombro, como si de un documental hiperrealista se tratara. De este modo la cámara se inmiscuye en todas partes gracias a la habilidad excepcional con que es manejada.
El guion de la película se basa en un hecho ocurrido en Bucarest donde un enfermo fue rechazado en seis hospitales. Aunque se mezcla también con la experiencia del director cuando le diagnosticaron una enfermedad terminal. En el caso verídico, finalmente, la enfermera y el conductor de la ambulancia le dejaron en la calle donde murió.
Insistimos que no es apta para personas temerosas o hipocondríacas, pero en contrapartida uno puede reconfortarse con actuaciones notables, diálogos con mucho sentido y personajes entrañables.
En el trabajo de los actores destaca el sensacional papel de la enfermera Luminita Gheorghiu, una persona abnegada, amante de su profesión y muy humana, que no duda en enfrentarse contra el sistema.
Uno de los médicos de la ambulancia sospecha desde el principio que Lazarescu tiene cáncer de colon, lo que se acaba confirmando. Ion Fiscuteanu, actor que interpreta al personaje murió de esa misma enfermedad varios años después.